Palma cierra al tráfico su Milla de Oro sin previo aviso y ante el enfado de comerciantes y residentes
Denuncian que el Ayuntamiento no les había comunicado nada antes de iniciar unas obras que se prolongarán mes y medio
Los trabajos de la empresa municipal Emaya cierran a la circulación los dos carriles en dirección hacia el Paseo de Mallorca
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Indignación entre los comerciantes y vecinos de la avenida Jaume III de Palma por la decisión del Ayuntamiento cerrar al tráfico, sin previo aviso, los dos carriles de circulación en dirección hacia el Paseo de Mallorca, en la popular Milla de Oro de la capital balear.
Al filo de las 16.00 horas, residentes y empresarios se encontraron con la sorpresa de que, el Consistorio procedió a clausurarlos, provocando la lógica confusión entre los conductores y el malestar de unos pequeños empresarios que no conocían el inicio de las obras previstas por el gobierno municipal y a los que nadie les había comunicado nada en días anteriores. El Consistorio sólo remitió el pasado viernes una nota de prensa al respecto a los medios de comunicación.
Y no será un cierre al tráfico esporádico, ya que los trabajos que arrancaron en la tarde de hoy martes, se prolongarán durante mes y medio, y obligarán a su vez a modificar el trayecto, y las paradas, de diferentes líneas de la EMT.
En un principio, las líneas 7,29 y la 4 han sido desviadas hacia la Avenida de Portugal y transitan por el Paseo Mallorca donde tendrá también parada la 19. Las obras que corren a cargo de la Empresa Municipal de Aguas y Alcantarillado (Emaya) afectan a las conducciones de agua potable y a la red de alcantarillado y se realizan , en teoría, con el objetivo de evitar las inundaciones que tienen lugar, cada vez, que hay fuertes precipitaciones en las inmediaciones de la plaza de Juan Carlos I.
De hecho ahí es, donde arrancaron los trabajos de los operarios de la compañía, una vez cerrados la mitad de los carriles al tráfico rodado, y colocadas las señalizaciones pertinentes.
Estas obras cuyo arranque ha cogido por sorpresa a vecinos y comerciantes tienen lugar en un barrio que ha impugnado en los juzgados las restricciones al tráfico rodado que quería imponer, de forma unilateral, el departamento de Movilidad, liderado por el concejal socialista, Francesc Dalmau, en la calle Bonaire y adyacentes.
Unas vías donde el gobierno municipal, quiere que sólo puedan circular los residentes, como así sucede en otras arterias del centro de la capital balear, con el consiguiente perjuicio económico que supondría para los comerciantes de la zona.
Una vez admitido a trámite el recurso interpuesto por los vecinos, habrá que esperar a que decidan los tribunales al respecto. El equipo de gobierno que lidera el alcalde socialista, José Hila, ya ha advertido, pese a ello, que mantiene entre ceja y ceja, imponer los criterios restrictivos que, en esta materia, prevé el ‘Plan Palma Camina’ que rechazan vecinos y comerciantes afectados.